Mama Perfecta - Entrevista póstuma

Los hijos imperfectos

Explicaciones acerca de cómo el soundsystem, el ragamuffin y el dancehall se cruzan con la semita y el zonda, en una entrevista a Mama Perfecta.

Voy a

Liberarme y bailar

Aunque esté todo mal

Ya no me importa

Hemos traído el soundsystem

Es para divertirse y no estar triste

Así que olvidá las penas

Ya no existen

Nena hace tiempo

Que te estoy buscando

Este malhumor

Me está desesperando

Si no lo hago bien

Te estaré lastimando

Y si no es tomando

Lo calmo bailando

Liberate y Bailá deLiberate y BailáMama Perfecta

San Juan Roots 1

Nosotros, cuando empezamos, no la pasábamos bien. Era el año 2002 y entrábamos al reggae por el lado de la rebeldía. Veníamos del despelote del 2001, y acá teníamos un gobierno que empezaba y que no sabíamos hacia dónde iba.

En aquel momento la premisa era tocar y tocar. Pero también viajar y viajar y viajar. Como se podía, sin vergüenza y sinvergüenzas. Como toda banda que se precie de tal cuando inicia, hicieron culto del mangueo como método de promoción y transporte: para ahorrar, compartieron viajes con bandas como Los Rancheros, transitaron en la combi que supo usar Luis Miguel – lo que a la luz de los años era, en aquellos tiempos, casi como pasear en limo. Armaron rifas, cocinaron, llamaron a contactos de contactos de contactos, hicieron fiestas privadas y públicas, tocaron para diez y para mil.

Desde épocas tempranas se los plantó (y ellos se sembraron allí) en las antípodas del gobierno. Esto tiene sus fundamentos y sus mitos, que a su vez tienen sustento en posiciones y suposiciones adoptadas en momentos quirúrgicos de la sociedad y su renacer político.

El reagge es esencialmente amor y rebeldía.

Dentro de su libro de la buena memoria, MP considera que gran parte de la responsabilidad de la promoción de la música y el arte en general la tiene el gobierno, sin que esto signifique que el artista no busque, sino que se abran nuevos canales para que la gente haga del arte un hábito y no un espasmo eventual y sorpresivo.

No estamos a favor o en contra de un gobierno. Cuando Marcos dice esto, deja ver que esa posición sería naíf. Estar a favor o en contra de una entidad de poder necesaria para la dinámica de una sociedad democrática sería no entender cómo usarla para mejorar el mismo sistema. No se trata de “este gobierno”, se trata de lo que no se conoce, de lo que no se hace, de lo que no se puede cambiar. Ahí está el arte para patear las piedras.

También se paran claramente frente a la violencia y la sinrazón, apelando al conocimiento del que tenés al lado: nosotros consideramos que quienes participan de otras bandas y la gente en general, debe bajar la violencia en el pensamiento, porque tarde o temprano se traduce a la acción. No importa dónde trabajés o vivás, atrás de eso hay una historia. Esa historia puede ser gobierno, transnacionales de dudosa benevolencia social, oposición artífice de pasadas catástrofes, empresarios pequeñitos con complejos de Warren Buffet vernáculos, buena gente en lugares equivocados y, a la vez, todo lo contrario.

Queda flotando un mensaje de reflexión e inclusión: en dónde trabajés y lo que hacés con tu vida es problema tuyo. Ahí mismo hay un vecino, un tipo que hay que mirar con algo de comprensión.

De rude boys2 al dancehall3

En nuestro último disco nos sentimos volviendo a lo simple – habla de su CD lanzado en el 2011, Liberate y Bailá – con música y letras menos complejas. Creemos que estamos en un momento donde la gente quiere desconectarse, vivir más relajada cuando no está con la cabeza en los problemas de cada día.

©VLOVEstudio a Pedal

En la canción "La Queja", cantan: No vayás a creer que me gusta la queja - quiero sonreír y no fruncir la ceja - pero este sistema otra opción no me deja - no quiero mandarme una macana y terminar tras las rejas. Como escuchamos, este disco los encuentra intentando relajarse sin ponerse blandos. Su arte desde otro lado: nos han pasado cosas nuevas, hemos cambiado, la banda no es la misma, sino que es consecuencia de lo que ha vivido. Hay otras canciones, otro sentido en las mismas.

No hay que equivocarse, no parece que esta nueva versión de MP sea despreocupada, sin compromiso. Probablemente están en un proceso de reconversión, de recarga, en donde quieren redibujar su compromiso de siempre a través de composiciones que desconecten a la gente del día a día para llevarla a lugares más apropiados, para pensar y reflexionar acerca de cómo la dinámica nos come de a poco y nos deja pocos lugares para divertirnos en serio, sin el típico vacío pos-nocturno.

Hay que bajar las revoluciones con esta cosa tan sanjuanina de hablar de lo que hacen los demás desde un lugar superior. Eso de “mirá lo que hace éste, dónde lo hace o por qué lo hace”.

Hay que lograr que la gente se mueva un poco más al ambiente de la música en vivo, las bandas, dejar de bolichear tanto.Parece ser parte de una oración "salvabandas" vernácula. Pero es más profunda que lo que se ve por arriba.

La gente va a boliches, gasta mucho dinero, bebe, y al otro día se siente vacía. Esto no los llena, tiene un efecto droga. Aún así, vacío, necesitás más y volvés a la semana siguiente. Mientras que cuando se animan a ir a recitales, ver bandas, bailar y pensar, compartir espacios con otras personas en sintonía, les gusta y quieren volver. Pero necesitamos más lugares, más música en vivo, más gente en esos festivales.

San Juan me mata (let’s go to Babylon)

En el 2010 les llegó la hora de jugarse más fuerte en Buenos Aires, presentando Beat & Blood y adelantando su Liberate y Bailá. Se trasladaron a vivir un tiempo en la costera, precisamente en el barrio de La Boca, ensayando y tocando con una agenda de fechas bien cargada. Llegaron a más de cuarenta shows en el último año. En el medio estuvo la presentación y buena performance en el Rototom Reggae Contest Latino, que los podía enviar directo al Rototom Reggae Sunsplash de Europa, uno de los festivales más importantes de aquel continente. Quedaron entre los finalistas, lo que les sirvió para medirse y contactarse con lo mejor de la escena y la nueva espuma del reggae mundial.

Fue un período de profundo trabajo e igual cantidad de reflexión: Si bien hay que ir a Buenos Aires, cuando te vas tenés que pagar derecho de piso como si nunca hubieras existido. Lo cierto es que, hoy, no hace falta permanecer allá. Hay que ir, tocar, hacer prensa, todo eso está bien. Sin embargo no es necesario quedarse allá para ser músico y llegar a la gente.

Ahora, con diez años de correr esta carrera, estamos un poco más tranquilos, más relajados. No queremos parar con la música, sino dar pasos más precisos, más disfrutables. En este contexto, San Juan está muy bien hoy, con mucha energía.

Hay mucho movimiento y bandas que suenan muy bien en poco tiempo de vida.

Les llegó el momento de compartir escenarios con algo más que hierros, algo para lo que siempre estuvieron preparados. O al menos con esa actitud jugaron su partido. En los últimos años, además de nuestras giras y el desembarco más firme en Buenos Aires, hemos tocado entre otros con Gentleman (Alemania), Alborosie (Italia), que son referentes mundiales del reggae. Por trabajo, mucho trabajo y constancia, estamos llegando a lugares que son muy motivantes. Si bien siempre hemos intentado elegir dónde tocar y cómo presentarnos, eso nunca significó tocar poco. Hemos tocado muchísimo y eso es parte, creemos, de nuestro mérito para seguir con vigencia luego de diez años.

Keep on moving

Acá entra en juego el paradigma tan reciclado: ¿Cómo mantenerse vigentes y a la vez entrar con protagonismo en otros circuitos, más renovados, más desafiantes? Creemos que varios factores confluyen en eso. Cuidamos el grupo como una familia, con mucho respeto, aún en los momentos más complicados. Discutimos, nos alejamos, pero nos cuesta mucho no tocar juntos. Cualquiera sea la situación, en el escenario se transforma y somos una entidad. También hemos mantenido un compromiso permanente con la música: siempre supimos que lo nuestro no era un hobby, sino algo profesional. Buscamos profesionalizarnos desde el principio.

Quizás, su exposición desde temprano les permitió endurecer el cuero que los acompañaría durante el viaje. Salimos muy pronto a tocar fuera de la provincia, a conocer otras experiencias, a aprender de otros. Eso nos ayudó mucho. Aunque la salida en Buenos Aires nos costó el doble, dado que no hay referentes sanjuaninos actuales en el rock o el reggae a nivel nacional, pudimos hacerlo por insistencia, perseverancia y porque gusta lo que hacemos.

Nos cansábamos de abrir festivales, estábamos abonados a tocar con luz de día. Por momentos pensábamos: ¿Cuándo nos van a encender la luz para tocar? Bancarnos eso y perseverar, de alguna manera, dio sus frutos.

A MP, como a toda banda que se considera evolucionada –independientemente si el resto coincide con esa consideración – mirar hacia atrás los pone en una situación incómoda: les gusta lo que hicieron pero volverían a grabar todo de nuevo, con los conocimientos y recursos técnicos y artísticos actuales. Los músicos son algunos de los pocos que no pueden escapar de ninguna manera a sus propios archivos, porque esos archivos son su arte registrado. Su marca de época. Esta reflexión parece ser el cruce adecuado de melancolía y perfeccionismo: quieren generar cosas nuevas y a la vez revisitar lo que crearon tiempo atrás. Los artistas tienen un ego muy sensible, que los hace cuidadosos con su historia y perfeccionistas al detalle. (Y, para qué negarlo, a otros también los hace salir en fotos con caras prestadas).

En este punto quedan flotando en el aire una cantidad de reflexiones serias, profundas, acerca de la vida del artista y la composición basada menos en talento y más en sudor, de la que en algún momento nos habló Yuyo Noe en números anteriores; reflexiones acerca del rol del Estado en la promoción artística y el desarrollo del arte como canal de manifestación y espacio sustentable para vivir dignamente. También está el desafío acerca de cómo cortar el círculo vicioso, negativo, entre artistas y gobierno de turno para volverlo virtuoso sin necesidad de pertenencia a bandos o resignación de ideas. Hablar de artistas es hablar de resistencia, acompañamiento, bajotierra, marginalidad, creatividad, espacios comunes, ruptura, educación, profesionalismo.

Pero por sobre todas las cosas, hablar de artistas es hablar de nosotros. Mama Perfecta somos nosotros, una reacción visible de esta sociedad y su cultura. Y un pueblo culto es un pueblo libre.

Para el futuro no hay nada escrito. Comprometidos con la música, tocando y en movimiento. Let it flow, dice Marcos y nos conecta con Steel Pulse y su "Love this reggae music":

Hear the sound and let it flow.

Rock to the beat.

Hold the groove and don't let it go.

Escucha el sonido y déjalo fluir.

Muévete al ritmo.

Mantén esa sensación y no la dejes escapar.

Discografía

Nuestro valle (2004)

En vivo (2005)

Resístelo (2006)

Beat & Blood (2009)

Liberate y bailá (2011)

Bio de Myspace

Mama Perfecta nació en la provincia de San Juan en el año 2002. Tocó durante dos años en la provincia, para luego grabar y editar en forma independiente su primer álbum Nuestro Valle, en 2004, disco en el que mezcló ritmos tan diferentes como el hip hop, el reggae, la cumbia, el punk rock o el ska. Del 2005 a la actualidad, la banda participó en los festivales más grandes de la escena reggae de la Argentina como fueron el Oye Reggae IV, V y el Carlos Paz and Love 2009 y 2010, compartiendo escenario con las bandas más reconocidas del país y el mundo, con una gran aceptación de sus dos primeros discos, que fueron destacados en medios nacionales como Página/12, Clarín, Rolling Stone y rankeados en radios como Rock&Pop, Mega entre otras. Amor, Rebeldía, Conciencia Política, Ritmo y Sangre, todo esto plasmado en el reggae, el dancehall, hip hop, cumbia. En el 2009 editaron Beat and Blood, letras de alto contenido social y una música explosiva, y la participación de artistas internacionales de la escena reggae como Prince Ranny (Rasta Uprising) de Jamaica o Javier Fonseca (Alerta Kamarada) de Colombia o exponentes del hip hop como Karen Pastrana de Actitud Maria Marta y Hugo Lobo de la banda de ska Dancing Mood. Beat and Blood, es una síntesis de Mama Perfecta, golpe, latido, ritmo y sangre. Siguieron girando por distintas provincias y ciudades de la Argentina, hasta que en octubre del 2009 presentaron para mil personas en San Juan, Beat and Blood, el disco que en durante el 2010 y el 2011, junto con su reciente nuevo disco Liberate y Bailá, los llevó a recorrer Capital Federal y alrededores, con más de cincuenta shows, en los lugares más reconocidos del circuito profesional y el under porteño. El estilo inconfundible de la banda en vivo, marca la diferencia y la destaca como una banda muy representativa del Dance Hall actual en Argentina. Tras diez años de trayectoria se puede definir que por camino andado, alcance y arte, Mama Perfecta ya es una banda global.

1Roots reggae es un tipo de música espiritual cuyas letras se dedican predominantemente a enaltecer a Jah (Dios). Entre los temas más recurrentes se encuentran la pobreza y la resistencia al gobierno y a la opresión racial. Muchas de las canciones de Bob Marley y de Peter Tosh pueden considerarse roots reggae.

2El término rude boy nace en la isla de Jamaica en el año de 1959, donde los jóvenes trataban de buscarse la vida como podían. Al principio, la música no tuvo ninguna influencia en esta cultura rudeboy (rudies), pues no se basaban en la música sino en una ideología política y social; pero no tardaron en enrolarse con la creciente delincuencia emergente en la isla y comenzaron a imitar la violencia de las películas de gansters y westerns estadounidenses.

2El dancehall es un género de música popular jamaicana que se originó hacia finales de los años 70. Inicialmente, el dancehall era una versión del reggae llena de "espacio", a diferencia del estilo roots, dominante en la escena musical de la isla durante buena parte de la década de los setenta. Hacia mediados de los años 80, la instrumentación digital se hizo dominante, el sonido cambió considerablemente, el dancehall digital (o "ragga") se caracterizaba por ritmos cada vez más rápidos.